Alicia
Alamillos
Seminario
de comunicación ambiental
“La
mafia de las bombillas”
y
otros círculos viciosos
El
documental “Comprar tirar comprar”, de Cosima Dannoritzer, nos
muestra un mundo que quizá no queríamos ver. Un mundo de intereses
comerciales por encima de todo, un mundo de “mafias” que harían
lo que fuera para conseguir el ansiado beneficio por las ventas.
“Comprar
tirar comprar” recoge una serie de ejemplos a lo largo de la
historia de la llamada obsolescencia programada. Este concepto se
refiere a productos que están preparados, ya desde el primer momento
de su fabricación, para durar un tiempo concreto. La obsolescencia
programada no era en absoluto un fenómeno desconocido en el momento
de publicación del documental, en enero del 2011 pero, para el
publico en general se mantenía entre los teóricos de la
conspiración y los libros de ciencia ficción.
Con
“Comprar tirar comprar” la obsolescencia programada se hace real.
El punto clave del metraje es que utiliza ejemplos reales,
históricos, que confirman así lo que muchos ya sospechaban sobre la
extraña duración de, por ejemplo, las medias femeninas. Mediante
diversos mecanismos industriales, la obsolescencia programada
obligaba, una y otra vez, a entrar en ese circulo vicioso, del que es
casi imposible salir. De hecho, el documental recoge los intentos de
un informático por escapar de la “mafia de las impresoras”. El
informático catalán, tras vivir en sus propias carnes la repentina
muerte sin razón aparente de su impresora, y tras recibir la
respuesta desde la fabrica distribuidora de que era más barato
comprar una que arreglar la suya. Investigando, el joven descubre que
la impresora tiene un dispositivo que, a las “x” copias, hace que
la impresora deje, sin más, de funcionar, obligando al usuario a
tener que comprar otra. Con ejemplos como éste
Cosima Dannoritzer nos va introduciendo en un escenario donde nada es
casual, y todo queda regido por los intereses empresariales.
El
documental recoge otros ejemplos, y lo hace de una manera muy
adecuada, de gran calidad, y acompañado de numerosas opiniones de
expertos, que lo hacen más real. Se nota que el “Comprar tirar
comprar” es una producción catalanofrancesa, pues la mayoría de
los citados son de dichos lugares, pero aun así, la calidad es
incontestable, y la variedad de campos profesionales de los mismo,
también. El montaje trata tanto de interesar en el contenido como en
el continente, con imágenes propias pero también de archivo cuando
se refiere a elementos históricos. Tiene una línea muy cuidada que
se sigue a lo largo de los casi ochenta minutos de metraje, pero que
mantiene al espectador literalmente “pegado a la pantalla”.
Por
ejemplo, menciona a PHOEBUS, un cártel
de las décadas 20/30, cuya intención era lograr frenar el avance
tecnológico de las bombillas, que en aquél momento eran capaces
de durar más de 2000 horas. De hecho, el documental muestra una
centenaria bombilla que continúa
funcionando, encendida día y noche, superando las barreras de la
obsolescencia programada. Sin embargo, es un caso único. Con PHOEBUS
el límite se estableció en 1000 horas, y lo consiguieron. Lo mismo
ocurre con las medias. Aunque para un hombre pueda parecerle
territorio desconocido, las medias femeninas poco tupidas pueden
tener una vida útil de un día o incluso horas, hasta, si se usan
como si se tratara de mirra, tres o cuatro años.
Sin embargo, existe un material, el nylon, que haria que dichas
medias fueran prácticamente inmortales. Pero, esto no favorece a los
intereses de las empresas, que claramente prefieren apostar por unas féminas esclavizadas a la compra de medias regularmente.
Algo
similar ocurrió con las baterías de ipod. Al principio, estas
duraban tan solo unos meses, y “qué casualidad”, el único que
podía ofrecer recambio era Apple, pero prefirió no hacerlo.
Obviamente, quería vender mas y mas.
Por
desgracia, la obsolescencia programada ya está perfectamente
implantada en nuestros días. ¿A
quién
acaso le preocupa que su móvil u ordenador no duren más de dos o
tres años? La sociedad a dejado que eso sea lo común. Los aparatos
electrónicos, las impresoras, las bombillas... todo se tira para
comprar uno nuevo. Y aquí viene la segunda parte del documental, tan
terrorífica como la primera.
Nos
muestra a dónde
van todos esos aparatos que despreciamos por obsoletos, cómo
se acumulan en montanas de basura, cómo,
en un circulo vicioso casi peor que el de la obsolescencia
programada, destruyen y hunden cada vez más las posibilidades de los
países convertidos por las grandes empresas en basureros.
En
mi opinión, “Comprar tirar comprar” sigue la estela del
documental “La historia de las cosas”, pero lo supera con creces,
tanto en lo estético como en el contenido. “Comprar tirar comprar”
dista mucho de ser tan demagógico
como (en mi opinión) es “La historia de las cosas”, que utiliza
argumentos más pensados para encandilar al espectador, moverle
sentimentalmente, tocarle la fibra, que para convencerle
racionalmente. Sin embargo, “Comprar tirar comprar” tiene mucha
mayor carga documental, además de numerosos testimonios de expertos
y ejemplos reales. En conclusión, es un documental que debería
conocerse, y aprender de él
y de lo que afirma.