4 de octubre de 2011

Transparencia en los procesos judiciales y respeto por parte de los medios de comunicación

Hoy, a las 12 del mediodía, se ha inaugurado en la Universidad de Navarra el “Seminario de información judicial”; y la principal ponente que se encargó de abrir el ciclo fue Gabriela Bravo, vocal del Congreso General del Poder Judicial.

Dicho seminario se encargará, a lo largo de las sesiones, de temas relacionados con el periodismo y la necesidad de una educación de los profesionales del medio ante la justicia.
Gabriela Bravo ha querido en su intervención hablar de la imagen negativa que la sociedad parece tener de la justicia. La justicia actual necesita una revisión, pues no ha conseguido que el ciudadano supere esa idea (estereotipada -según Bravo- en muchas ocasiones) de que es oscura, obsoleta, lenta y cargada de perjuicios políticos. Para afrontar este problema de imagen negativa que tiene la justicia, es necesario “actuar con transparencia” en los procesos.

“La transparencia es un valor democrático que el ciudadano posee”. “El ciudadano ha de saber para poder controlar a los poderes”. Bravo considera que la sociedad tiene toda la libertad para criticar, es más, que esa crítica fundada es algo saludable para el sistema, pero para ello es necesaria una clara transparente transmisión de la información.

Siguiendo esta idea de transparencia y transmisión de la información al público, aparecen los medios de comunicación y periodistas, pues éstos son el vehículo, canal y traductores de lo tratado en los juzgados. Pero, es necesaria una responsabilidad compartida entre periodistas y jueces. Gabriela Bravo quiso hacer hincapié en que dichos medios deben “respetar las reglas del juego”. Con las reglas del juego nos referimos a asuntos tan claves como la “presunción de inocencia”. Aquí puede acudir a nuestra memoria (la ponente no lo mencionó, pero estaba en los susurros de algunos de los alumnos presentes en el acto) el lamentable caso de Marta Domínguez, en el cual su presunción de inocencia fue completamente vulnerado. “[El derecho a la información] No es un derecho ilimitado ni absoluto, ha de ejercerse en equilibrio a otros derechos”.

¿Por qué es tan importante que el derecho a la información se cumpla en su adecuado marco constitucional? Bravo responde a esa pregunta de manera categórica. “Ese derecho no pertenece al periodista, sino a la sociedad”. El ciudadano ha de ser el centro, el núcleo y protagonista. Se ha de buscar la forma para (sin alterar la ley) ser capaces de transmitir a la ciudadanía que la Justicia es accesible y así “superar esa imagen que la Justica tiene”.

Gabriela Bravo no trató en el acto muchas ideas dispersas, sino que se concentró en unas claves claramente definidas: transparencia en los procesos judiciales y respeto por parte de los medios de comunicación.
Sin embargo, surgió también a colación el tema de la “politización de la Justicia”. Bravo no lo negó, pues los órganos judiciales son nombrados por el poder legislativo, pero recalcó que “La politización de evita desde la responsabilidad de cada uno” y que en muchas ocasiones, la mala actuación de la prensa o de los grupos políticos presionan en gran manera a los actores de la justicia, con críticas exacerbadas, que atacan no sólo al juez concreto, sino que afecta al núcleo de la institución y ponen en cuestión nuestro sistema de Derecho. Afecta a esa imagen a la que Gabriela Bravo se refirió una y otra vez. Una imagen negativa de la que tan sólo algunas cosas pueden ser ciertas, pero que mucho de ello es estereotipo.


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