Dos
extremos: Redes y El Hormiguero
Viendo,
por un lado, el programa insignia de Eduard Punset, Redes, y por el
otro, el entretenimiento clave de las noches de Cuatro (ahora en Antena3), ElHormiguero, uno dudaría que se trataran, en esencia, de una misma
cosa. Pero, por muy increíble que parezca, tanto Redes y el
personaje de Flipy en El Hormiguero se dedican a lo mismo: La
divulgación de la ciencia.
Sin
embargo, el formato, el estilo, las formas e incluso la intención,
son radicalmente distintas. En el caso de Redes, el programa deja a
un lado el "entretenimiento salvaje" del que a veces aduce
la televisión, en favor de un trabajo riguroso. En redes, cada
minuto es divulgación o explicación de la Ciencia. En cambio, en El
Hormiguero, la divulgación científica se haya subordinada a ese
entretenimiento feroz del que ya he hablado. Primero el público, las
risas, los chistes, la espectacularidad... y luego, la Ciencia. En el
caso del Hormiguero, la Ciencia es una excusa, mientras que en Redes,
la Ciencia es la materia prima, la base.
Como
divulgadores, por tanto, cada uno de los programas sigue un camino
distinto, con sus pros y sus contras.
Es
por eso que, aunque llegue a mucha más gente de la que Redes llegará
nunca, no creo que sea una buena divulgación científica. Hay otros
motivos además de los ya mencionados. Por ejemplo, aunque Flipy haga
un experimento, no lo explica. Y eso, para la correcta divulgación
científica, es clave. Quiero decir, la explicación de por qué
sucede una cosa es lo que diferencia a la Ciencia de la magia. Por
tanto, aunque muchos televidentes vean que si haces combustionar, por
ejemplo, oxígeno puro éste puede atravesar una lata de atún,
ninguno sabrá por qué. Además, en ocasiones, en El Hormiguero ni
siquiera se logran los experimentos, lo cual puede provocar una
imagen equivocada de la Ciencia. Ya no sería una ley que, al
cumplirse siempre, nos permite la deducción de lo que va a suceder,
sino más bien como algo que "puede que ocurra... o no".
Así, la Ciencia pierde todo su carácter de certeza. Y luego, por
supuesto, está el mismo Flipy. Dejando a un lado el estereotipo que
representa de científico loco, es, también, sometido a las burlas
de las hormigas o de Pablo Motos, una vez más, en aras de ese
entretenimiento que es el fin último del programa.
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